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s u m a r i o
  
   1- 
Día Internacional de la Mujer
  
   2-
La contaminación ambiental en el Día 
Internacional de la Mujer
  
   3-
Memoria para armar:
La Paisana
     4- 
Rosa Luxemburgo: A 87 años del asesinato de la gran revolucionaria 
polaca
Fumar es un "placer" mortal | No pierdas el control de tus decisiones: Decile NO a todo tipo de drogas
Para dejar de fumar: Fondo Nacional de Recursos |AUTOSERVICIO Tío Pancho
1- Día Internacional de la Mujer
    Esta 
es una celebración que las Naciones Unidas declararon en el año 
1975, pero que tiene sus 
orígenes en el año 1908 
en Nueva York.
    A comienzos de siglo, muchas mujeres se incorporaron al trabajo en las 
fábricas en unas condiciones muy duras: jornadas laborales larguísimas, de 
12 y más horas, recibiendo 
salarios inferiores a los de los hombres.
     A medida que las mujeres se iban incorporando al mundo laboral, se hacía 
más evidente que aquella situación no era justa, y poco a poco empezaron a 
organizarse.
     Una de las protestas reivindicando mejores condiciones laborales fue la que 
protagonizaron las trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, en 
Estados Unidos.
     Era el 8 
de marzo de 1908 
y las trabajadoras se encerraron en 
el interior para pedir que se les redujera su jornada laboral a 
10 horas.
     El propietarios de la fábrica decidió incendiar el edificio para hacerlas 
salir de allí, pero el resultado fue de 
129 trabajadoras muertas.
     Estos son los hechos puntuales, que nos sirven de referencia concreta para 
conmemorar este día, pero el 8 
de marzo es mucho más que la celebración de unos hechos concretos. Por eso, en 
este día dedicamos una jornada de reflexión sobre el largo camino que las 
mujeres han tenido que recorrer para ver reconocidos sus derechos.
     Solo tenemos que fijarnos que, entre el año 
1908, en que se sucedieron los 
hechos de la fábrica Cotton en Nueva York, y 
1975 cuando Naciones Unidas 
declara el 8 de marzo "Día Internacional de la Mujer", han pasado casi 
70 años.
     Es decir que no es hasta siete décadas después que la comunidad 
internacional cree oportuno dedicar un día exclusivamente a pensar y repensar en 
la situación de las mujeres.
     ¿Qué ha pasado en estos 
70 años para que se produzca 
este cambio de orientación? En primer lugar ha cambiado la situación legal de 
las mujeres, que a lo largo del siglo, han conseguido la igualdad legal. Y 
paralelamente, se han ido introduciendo en diferentes campos en los que a 
comienzos de siglo, prácticamente no estaban presentes.
     Es necesario pensar que, hasta entonces, las mujeres habían estado 
relegadas, mayoritariamente, a lo que decimos "vida privada", es decir, a las 
tareas relacionadas con la familia, con el hogar, con la atención a otras 
personas, etc.
     El salto de la vida privada a la pública, es decir, a la escuela, al 
trabajo, a las asociaciones, a la política, en el deporte, etc., ha sido un 
proceso muy lento y muy costoso.
     Poco a poco, las mujeres se han ido incorporando a todos los ámbitos de la 
sociedad, esto ha tenido dos consecuencias principales: una, que las mujeres han 
podido aportar su propia visión de las cosas en terrenos donde, 
tradicionalmente, había estado ausente. Y dos, que la sociedad ha descubierto 
que las mujeres como colectivo, tienen una serie de necesidades, carencias, 
expectativas y preocupaciones a las que hace falta dar una respuesta.
     Por eso las Naciones Unidas declararon el año 
1975 como Año Internacional de 
la Mujer, en la celebración, en México de la primera conferencia mundial de la 
mujer se creyó conveniente instaurar este día a reflexionar sobre las mujeres, 
sobre sus necesidades, sus problemáticas, etc.
     Si analizamos muy brevemente el pasado, veremos como no hay duda que la 
evolución del colectivo femenino en nuestra sociedad ha sido positivo, porque 
las mujeres han ganado protagonismo en los ámbitos públicos de la sociedad.
     Este es un camino que iniciaron los movimientos sufragistas a comienzos del 
siglo XX, 
pero que en los últimos 20
años, ha tenido un fuerte 
impulso. Sobre todo gracias a:
 - La recuperación de los derechos democráticos.
 - La fuerza y el trabajo de las mujeres, tanto a nivel individual como de las 
asociaciones.
     El Trabajo a favor de la igualdad de la mujer ha tenido diferentes fases:
 - Defender los derechos básicos de las mujeres, trabajando para la
 necesidad de promocionarlas, y hacerlas salir del anonimato y la invisibilidad.
 - Alcanzar la igualdad de oportunidades y establecer bases sólidas para 
edificar una sociedad más igualitaria.
     Ahora, es cierto, hombres y mujeres somos iguales ante la ley, las mujeres 
están presentes en muchos ámbitos de la sociedad y cada día su participación y 
sus opiniones pesan más.
     Pero aún así, el camino no ha acabado, porque continúan existiendo ámbitos 
en los que las mujeres se encuentran con muchas dificultades. Por eso aunque 
entre la época en que se produjeron los hechos del 
8 de marzo y hoy en día la 
situación de las mujeres ha cambiado mucho y ha mejorado muchísimo, aun es 
necesario continuar trabajando para conseguir una
sociedad más igualitaria.
     Y aun es necesario contar con días como este para poder reflexionar, 
analizar y continuar avanzando. Existen una serie de retos a asumir en los 
próximos años, y en ellos hemos de implicarnos conjuntamente hombre y mujeres, 
asociaciones e instituciones. Básicamente estos retos son:
 - Conseguir una plena coeducación que forme y estimule por igual a chicos y 
chicas, y que transmita todos los valores, modelos y estilos de hombres y de 
mujeres.
 - Erradicar una serie de prácticas discriminatorias que persisten en el mercado 
laboral. Sensibilizar a la sociedad para que acepte sin reservas que hombres y 
mujeres han de compartir las responsabilidades públicas y privadas.
     De esta manera, podremos modificar las estructuras sociales y podremos 
conseguir nuestro objetivo último: una sociedad paritaria.
     Una paridad que, desde la diversidad como fuente de riqueza permita que 
hombres y mujeres compartan equilibrada y armónicamente todos los ámbitos de su 
vida personal y social.
     Esta es una meta muy importante, y que nos demuestra que no solo el 8 de 
marzo, sino cada día necesitamos continuar trabajando por la igualdad.
(Mujerweb.com 
Portada) /
vecinet
2- La contaminación ambiental en el Día Internacional de la Mujer
  
Desde 
1975, Año Internacional de la 
Mujer, el Día Internacional de la Mujer se celebra el 
8 de marzo "para conmemorar la 
lucha histórica por mejorar la vida de la mujer". Este año, el tema del Día 
Internacional de la Mujer es "La mujer en la adopción de decisiones: enfrentando 
los desafíos, generando el cambio".
    En ese marco, es importante resaltar un tema que afecta particularmente a 
las mujeres: las enfermedades vinculadas a la contaminación ambiental. Son 
muchas las afecciones que sufren las mujeres en general y las embarazadas en 
particular, tales como pérdida de embarazos, malformaciones genéticas, 
mutaciones, cáncer, leucemia, afecciones respiratorias severas, que son cada vez 
más frecuentes.
    Muchos de estos problemas están directamente relacionados con alteraciones 
del medio ambiente y estos cambios generalmente atacan a las poblaciones más 
vulnerables, entre las que se cuentan las mujeres y más aún cuando de mujeres 
pobres se trata.
    Si bien el tema no ha tenido mucha difusión pública, lo cierto es que desde 
la década de los 80 
en Uruguay se han realizado estudios 
relacionados con la mujer y el medio ambiente. En estos estudios se encontraron 
residuos de agrotóxicos en mujeres afectadas por cáncer de mamas. En ese mismo 
período se tomaron muestras de leche materna con el fin de analizar la presencia 
de sustancias altamente tóxicas como son los organoclorados, que se acumulan en 
los tejidos grasos tanto de los seres humanos como de los animales. 
Lamentablemente, en las muestras tomadas se encontraron residuos de los mismos 
en mujeres de nuestro país.
    Los efectos altamente negativos del uso de sustancias tóxicas como son los 
agrotóxicos que se utilizan en la agricultura y las sustancias emitidas por 
procesos industriales como lo son las dioxinas y furanos, han sido estudiados 
desde hace décadas. Sin embargo, lo que se ha hecho para eliminar su uso ha sido 
totalmente insuficiente.
    Es inadmisible que, siendo la mujer generadora de vida, al engendrar los 
hijos y alimentarlos con su leche se pueda convertir, sin saberlo y sin 
quererlo, en la primera transmisora de residuos tóxicos al bebé.
    Por lo tanto, es imprescindible que las mujeres estén correctamente 
informadas acerca de como la contaminación ambiental afecta su salud y la de sus 
hijos y que se involucren activamente en la lucha por un ambiente sano. La única 
decisión posible para lograr el cambio en este sentido es enfrentar el desafío 
de decir SI 
a la Vida y NO 
a la contaminación. 
    8 
de marzo 2006 
- RAP-AL Uruguay 
/
vecinet
3- Memoria para armar: La Paisana
(Del libro Memoria para armar (I) http://www.memoriapararmar.org.uy)
    por Irma 
Mateos Guerrero
    Nació en un hogar con nueve hermanos; pasó 
hambre y frío; salió a trabajar a los diez años en las estancias para cuidar 
niños y lavar cocinas.
    A los 
13 
años se vino a Montevideo como 
doméstica, vivía en Yi y Durazno.
    Conoció a un muchacho a los 16 años, para mí era un niño, me enamoré y él 
también, pero yo tenía claro lo que quería y era entrar en las fábricas, para 
poder luchar en los Sindicatos. Cuando me vino a visitar ya no estaba, me fui, 
para no hacerle daño.
    Entré en las fábricas textiles, luché junto a Héctor Rodríguez, Gaetano, 
Garmendia y otros.
    En los primeros años teníamos que esconder el carné sindical para poder 
conservar el trabajo.
    Nuestro patrón era Pedro Saenz, el más reaccionario de los patrones.
    Y pasaron los años. Yo tenía mi compañero del cual nacieron dos hijas que se 
llevan 15 años, porque yo vivía a "campo", porque estaba siempre suspendida o 
presa.
    Cuando pusieron las Medidas Prontas de Seguridad en 
1968, estuve presa en la 
Escuela de Nurses, con los compañeros de la Comisión de fábrica; mi hija mayor 
ya tenía 16 o 17 
años y nos dijimos, vamos a luchar y la que caiga, mala suerte.
    Ella era estudiante, cuando llegó la dictadura en 
1973 tenía una nena de cinco 
meses y con el esposo cayeron presos; tuve que hacer de mamá. También estuve 
presa pero pocos días.
    En una de las visitas que le hice a mi yerno, al Penal de Libertad, me pidió 
que ayudara a un muchacho que le estaban dando duro, no lo conocía, pero tuve 
que inventar algo para poder verlo y que me dieran la visita; fui como nueve o 
diez años a visitarlo y llevarle el paquete. En 
1976 cae mi hija de nuevo 
presa, estaba embarazada de otro bebé; nació el 
11 de mayo de 
1977, estaba en Punta de 
Rieles.
    Yo iba a Libertad los miércoles, los jueves al Cuartel y los sábados o 
domingos a Punta de Rieles.
Tenía tres nietos a mi cargo.
    El 24 
de octubre de 1978, 
me echaron de la fábrica por notoria mala conducta, después de 
26 años de trabajo, pero les 
gané el pleito en la dictadura y me tuvieron que pagar el despido.
    Cuando nació mi nieto, pedí para sacarlo del Penal; lo sacaba de mañana de 
Punta de Rieles y lo tenía que entregar antes de las 
17 horas, caminaba 
12 kilómetros por día para poder llevárselo al 
padre a Libertad. Tenía tres visitas con Walter, Eduardo y Alberto.
    En mi casa hacíamos 40 
paquetes para los presos políticos, 
porque nadie se animaba a hacerlos por temor a la represión.
    Durante la dictadura estábamos muy pobres, yo sin trabajo y mi esposo 
jubilado con una miseria, tuvo que dejar la jubilación y entrar en las 
curtiembres, para poder tener para llevarle el paquete a nuestra hija y poder 
visitar a los otros compañeros; no nos alcanzaba y comíamos de la basura para 
poder vivir, juntaba de los cueros de oveja, en la curtiembre, los rabitos, para 
hacerlos con arroz, para poder dejar el sueldo para llevarle el paquete a 
nuestra hija, darle leche a los niños y tener para los pasajes, bastantes veces 
me faltó pero teníamos compañeros de oro, como la compañera Iris Wolf, que 
muchas veces me pagó el pasaje.
    En 1973 
nos sacaron de la fábrica y nos 
llevaron a la Base Nº 1 en Carrasco, a 
siete compañeros, estuvimos presos con el Padre Luis Musetti, que era de la 
fábrica Textil Uruguaya. Quince días en la Comisaría 
17, 
en la dictadura caí tres veces detenida.
    Esto es parte de lo que pasé en mi vida y en la Dictadura.
    Hoy puedo decir que los mejores hijos de este país se mueren sin ser 
felices, por los malos gobernantes que tenemos. 
/
vecinet
4- Rosa Luxemburgo: A 87 años del asesinato de la gran revolucionaria polaca
    por Bárbara 
Funes (COMCOSUR 
MUJER)
    
"El socialismo dejó de ser un 
esquema, una bonita ilusión o un experimento realizado en cada país por grupos 
de obreros aislados, cada uno librado a su propia suerte. Programa político de 
acción común para todo el proletariado internacional, el socialismo se vuelve 
una necesidad histórica resultado del accionar de las propias leyes del 
desarrollo capitalista."[1]
Rosa Luxemburgo
    Corría el año 
1871. Días antes de que los 
obreros franceses proclamaran la Comuna de París[2], 
el 5 
de marzo, nació Rosa Luxemburgo en el 
seno de una familia judía en Polonia, una mujer cuya vida estuvo signada por la 
revolución. En esa época Alemania y Rusia se disputaban el territorio polaco. En 
1874, su familia se trasladó a 
Varsovia. Para rusificar el país, el zarismo prohibió hablar polaco. El uso 
clandestino de esa lengua se convirtió en la forma de protesta de los 
estudiantes; las escuelas eran núcleos de agitación contra el absolutismo. Ya al 
terminar sus estudios, a Rosa se le negó la medalla de oro, a causa de su 
actividad clandestina. A los 
16 años, Rosa militaba en el 
Partido Revolucionario Socialista Proletariat, influido por el marxismo. Bajo el 
terror zarista, en 1889, 
se creó la Federación de Trabajadores Polacos, en la que también participó. Una 
huelga convocada en la ciudad de Lodz concluyó con la masacre de 
46 obreros, asesinados por la 
guardia zarista. La persecución política obligó a Rosa a exiliarse en Zurich, 
donde ingresó en la universidad. Rosa y León Jogiches[3] 
con Proletariat, la Federación de Trabajadores Polacos y dos grupos escindidos 
del Partido Socialista Polaco fundaron el nuevo partido socialista polaco, que 
en 1893 
comenzó a editar en París el 
periódico Sprawa Robotnizca (La Causa Obrera). Rosa tenía tan sólo 
22 años. Cuando el partido 
pidió su adhesión a la IIº Internacional[4], 
ella redactó el informe, revelando su gran capacidad dirigente. De esa época es 
su planteo de que la autodeterminación de los pueblos era una herencia de la 
revolución burguesa, no una tarea socialista, diferenciándose de Lenin, que 
sostenía el derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas.[5]
    En 
1896, en Silesia, Rosa fue la 
voz del SPD 
para la agitación política entre los 
mineros polacos y, entonces, demostró la capacidad de transmitir y llegar a las 
masas obreras con un mensaje revolucionario. Los trabajadores le llevaban flores 
y le rogaban que los ayudara en sus luchas. En 
1903 
fue juzgada y condenada por insultar al Kaiser.
    1898: Reforma o Revolución
    
En 
1898, Rosa escribe "Reforma o 
Revolución", un folleto polémico contra las posiciones reformistas de Eduard 
Bernstein[6], 
uno de los dirigentes del SPD. 
Esta fue su entrada en escena en el partido. Bernstein planteaba que se podían 
obtener mejoras para el nivel de vida de las masas trabajadoras, sin necesidad 
de hacer la revolución. Para Rosa, integrante del ala izquierda de la 
IIº Internacional, la lucha por las reformas era un medio para conseguir 
un fin: la conquista del poder político por parte de la clase obrera. Para 
Bernstein, por el contrario, "El objetivo final sea cual fuere, es nada; el 
movimiento es todo"[7]. 
Para él, en ese momento en Europa occidental, no se podía hablar de reacción: la 
situación de los obreros estaba mejorando. Las consecuencias de su 
caracterización son contundentes. Bernstein constituyó el brazo teórico de las 
tendencias oportunistas dentro del 
SPD, que años después llevaría 
a la traición histórica de votar los créditos de guerra, avalando la masacre 
imperialista.[8]
    Las ideas de Rosa se difundieron a partir de 
este trabajo, abriendo una discusión teórica profunda en el seno del 
SPD y de la 
IIº Internacional, incluso llegaron a aprobarse resoluciones de repudio a 
Bernstein que fueron votadas por él mismo; pero tan formalmente que Bernstein y 
sus aliados permanecieron dentro del 
SPD. La unidad de las 
distintas alas dentro del partido obrero mejor organizado, mantenida hasta la 
revolución de 1918, 
tuvo un costo político enorme: el proletariado alemán se vio privado de una 
dirección revolucionaria decidida, a la que no le temblara el pulso a la hora en 
que la clase obrera estuviera en condiciones de tomar el poder.[9]
    
Entre las guerras y las revoluciones
    
La revolución rusa de 
1905 tuvo también sus brotes 
en la Polonia oprimida por la Rusia imperial.
[10] Comenzó con la 
huelga general en repudio a la masacre del Domingo Sangriento. A partir de 
entonces se sucedieron las huelgas obreras en Varsovia, Lodz y Sosnovitz por la 
reducción de la jornada laboral y por aumento de salario en la industria 
metalúrgica, la construcción, telefónicos, hilanderías, imprentas, obreros del 
calzado, entre muchos otros. Entre una y otra huelga, entre la cárcel y el lock-out 
patronal o estatal, los trabajadores organizaron los primeros sindicatos en la 
clandestinidad.
    En la IIº Internacional solo Rosa se 
interesaba por las cuestiones rusas y por la escisión en el partido ruso que 
estaba afiliado a la Internacional, el 
POSDR[11] 
y, una vez estallada la revolución, escribe numerosos artículos y pronuncia 
conferencias ante los obreros alemanes, mientras la burocracia del 
SPD miraba con mejores ojos a 
los kadetes[12] 
y los eseristas[13]. 
Esto le costó una condena por incitación a la violencia y una temporada en 
prisión. Al salir, en diciembre de 
1905, se traslada 
clandestinamente a Varsovia, todavía en guerra, a pesar de los consejos de sus 
camaradas de no hacerlo porque opinaban que era peligroso para una mujer. Al 
llegar desplegó una febril actividad, a pesar de su frágil estado de salud: 
desde la redacción de folletos, artículos y proclamas hasta empuñar el revólver 
para obligar a los impresores a editar los materiales de su partido; desde la 
participación en huelgas y manifestaciones hasta pronunciar discursos a las 
puertas de las fábricas, diciendo que era necesario un levantamiento general.
    Mientras tanto, el zarismo ruso, derrotado por Japón en la guerra, y ante la 
acción revolucionaria de las masas, se vio obligado a reconocer algunos derechos 
políticos básicos y tuvo que convocar a elecciones. En la división que se 
provocó dentro del partido ruso entre mencheviques y bolcheviques, Rosa 
Luxemburgo se mantuvo equidistante. Su concepción de la "organización como 
proceso" se enfrentaba a la tesis leninista de la necesidad de un partido 
dirigente, organizado conforme a los principios del centralismo democrático.[14] 
No eran esos los fundamentos de la socialdemocracia alemana, solo preocupada por 
los recuentos electorales. Contra el conservadurismo político de esa 
organización, Rosa puso el acento en el papel de las masas obreras en acción, en 
los pasos que eran capaces de dar sin dirección consciente. Estaba profundamente 
impresionada por la capacidad revolucionaria de la clase obrera en la acción. 
Creía que las masas tenían que desbordar y barrer a los dirigentes conservadores 
y crear organizaciones revolucionarias nuevas. Su postura partía de una errónea 
interpretación del concepto de autoemancipación del proletariado formulado por 
Marx: "La emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores 
mismos". Este gran revolucionario demostró, mediante un análisis económico y 
social científico, que en el sistema capitalista la única clase social capaz de 
revolucionar la sociedad es la clase obrera. Pero también llegó a formular que 
para cumplir ese rol histórico, la clase obrera debe tener su propio partido 
político independiente de la burguesía y de la pequeñoburguesía. Por lo tanto, 
la autoemancipación del proletariado es válida a nivel histórico, pero no como 
estrategia política.
    En su obra "Marxismo contra dictadura" Rosa escribe "no pueden existir 
departamentos estancos entre el núcleo proletario consciente, sólidamente 
encuadrado en el partido, y las capas envolventes del proletariado, ya 
adiestradas en la lucha de clases, y entre las que aumenta cada día más, la 
conciencia de clase". Para ella, las masas se volvían revolucionarias en el 
transcurso de la lucha y en ese momento se creaban las condiciones para que 
superaran a sus direcciones conservadoras (léase, para ella, la 
socialdemocracia). En 1906, 
en su folleto "Huelga de masas, partido y sindicatos" sostiene que "En la 
movilización revolucionaria de las masas, la lucha política y la económica se 
funden en una, y la frontera artificial entre sindicalismo y socialdemocracia 
como dos formas de organización del movimiento obrero independientes entre sí es 
barrida por la marea."[15].
    Rosa concebía la conciencia de clase del proletariado como una consecuencia 
mecánica de su situación en el modo de producción capitalista. No comprendió que 
entre la conciencia histórica del proletariado (encarnada en el partido) y su 
conciencia inmediata existe una relación contradictoria. No contempla las 
rupturas que se producen en la conciencia de la clase obrera en su camino desde 
las luchas económicas hasta las luchas políticas, producto de derrotas físicas, 
de desvíos, de cooptación de las direcciones y de sectores enteros del 
proletariado. Subestima el poder de la burguesía que detenta el aparato 
ideológico del Estado encarnado en las escuelas, las universidades, los medios 
de comunicación, la Iglesia. Y sobreestima la capacidad de la clase obrera de 
poder liberarse de la influencia de ese aparato ideológico por sí misma, a pesar 
de las condiciones de opresión y explotación en las que vive. Lenin, por el 
contrario, concebía al partido revolucionario como la conexión indispensable 
entre el movimiento de masas y la teoría de la revolución. La construcción del 
partido debía ser una decisión política consciente. Luchó por forjar un partido 
que reconociera que al capitalismo hay que derrotarlo en la lucha y comprendiera 
que la clase obrera debía ser dirigida por una organización capaz de mantenerse 
en pie bajo la presión del combate, que durante años se prepara para el papel 
que deberá desempeñar en las luchas decisivas, que comprende la necesidad vital 
de una organización y dirección conscientes.
    Pero volviendo a Rosa, en 
1907, también participó en la 
Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, informando de la labor de la 
Oficina Socialista Internacional, de la que era la única mujer miembro. Ante los 
preparativos de la Primera Guerra Mundial, las críticas contra Rosa arreciaron 
en las propias filas del SPD. 
Era presentada por la prensa como "la polaca sanguinaria". Como testimonio 
quedaron algunas cartas entre Bebel[16] 
y Adler[17]: 
"La perra rabiosa aún causará mucho daño, tanto más cuanto que es lista como un 
mono (blitzgescheit), mientras por otra parte carece de todo sentido de 
responsabilidad y su único motivo es un deseo casi perverso de autojustificación"[18]; 
"Con todos los chorros de veneno de esa condenada mujer, yo no quisiera que no 
estuviese en el partido"[19] 
Pero también había camaradas que la admiraban. Dijo Ledebour (que no era amigo 
de Rosa): "La camarada Luxemburgo ha entrado frecuentemente en conflicto 
conmigo... [Pero] las manifestaciones de masas contra la guerra y los 
belicistas, como las que han ocurrido, no son realización de Müller y del 
ejecutivo... sino de la camarada Luxemburgo, gracias a sus críticas."[20]
    Rosa reunía características poco favorables 
para una sociedad opresiva y discriminatoria: era mujer, judía, discapacitada 
físicamente y extranjera, pero lo que más contribuyó a que los problemas la 
persiguieran hasta dentro de su partido fue su espíritu revolucionario. A los 
27 años, replicó los insultos 
de la redacción del diario Vörwarts que censuraba sus artículos porque llamaban 
a la huelga general y a la insurrección. Acusó a los "falsos socialistas" con 
epítetos como el que sigue: "Existen dos tipos de seres vivos, los vertebrados 
que gracias a eso pueden andar y, en ocasiones correr, y los invertebrados, que 
solamente pueden reptar y vivir como parásitos."[21]
    En los inicios de la Primera Guerra Mundial, el 
4 de agosto de 
1914, el bloque de diputados 
de la socialdemocracia votó casi unánimemente los créditos de guerra, con la 
honrosa excepción de Karl Liebknecht[22]. 
La primera conferencia internacional antibélica fue organizada por mujeres 
socialistas. Rosa debía acompañar a Clara Zetkin[23] 
para hacer los arreglos finales de esta conferencia, pero el 
18 de febrero de 
1915 fue detenida. Se le abrió 
un primer juicio por incitación a la insubordinación de las tropas, en el cual 
Rosa acusó al militarismo alemán. El fiscal pidió un año de prisión y el 
encarcelamiento inmediato; Rosa replicó que si al fiscal le pidieran un año de 
cárcel, huiría, pero ella no iba a echar a correr: podían encarcelarla o hacer 
con ella lo que quisieran porque jamás claudicaría en sus convicciones. Su 
condena levantó una oleada de indignación y sus denuncias del militarismo, el 
rearme y la guerra imperialista encontraron cada vez más auditorio. En este 
campo, Rosa encontró a su aliado más fiel, Karl Liebknecht, con el que también 
coincidía en el internacionalismo. Juntos crearon, en enero de 
1916, 
la fracción dentro del partido socialdemócrata con el nombre de Espartaco, en 
honor al legendario jefe de la rebelión de los esclavos romanos.
    1918: el año de la revolución en Alemania
    
Las oleadas de la revolución rusa 
llegan a Alemania: comienza la revolución en uno de los países centrales y el 
derrumbe del régimen imperial. El 
28 de enero de 
1918 se declara la huelga 
general y se inicia la formación de los Consejos Obreros. El proletariado mejor 
organizado del mundo se había lanzado a la batalla: como nunca antes estaba en 
juego el futuro de la revolución mundial.
    El 31 
de enero la huelga es prohibida y se 
declara el estado de sitio. La represión comenzó. En marzo son encarcelados Rosa 
Luxemburgo y otros espartaquistas que difundían propaganda revolucionaria en el 
ejército. Entre el 15 y el 17 
de abril se producen huelgas de masas en Berlín. En septiembre los dirigentes 
reformistas del SPD 
deciden participar en el gobierno. El 
1º de octubre la Liga 
Espartaco realiza una Conferencia Nacional y efectúa un llamamiento para formar 
Consejos de Obreros. El 20
de octubre, Liebknecht es 
liberado de la prisión de Luckau y es recibido en Berlín por más de 
20 mil trabajadores. El 
30 de octubre se producen los 
primeros motines en barcos de la marina de guerra. Son reprimidos y 
400 
marinos caen prisioneros. El 
1º de noviembre, una gran 
asamblea de marinos en Kiel exige la libertad de los detenidos. El 
3 de noviembre se producen 
nuevos motines y sus dirigentes son encarcelados. La consecuencia es una marcha 
que, en su recorrido, consigue desarmar a varios oficiales y diversas patrullas 
militares. También en Munich hay una manifestación revolucionaria. En Kiel 
nuevas unidades militares se suman a la rebelión: ya son 
20 
mil marineros y soldados. Se organizan en Consejos de Soldados -los primeros de 
la revolución alemana- presididos por el marinero Artelt. Los dirigentes 
revolucionarios de las grandes empresas hacen un llamamiento a la huelga 
general. En Stuttgart hay una manifestación a favor de la República Socialista. 
El día 5 
todo Kiel está en huelga. Todo el poder pasa a manos de los Consejos de Obreros 
y Soldados.
    El ministro Noske[24] 
promete amnistía a cambio de que todo vuelva a la normalidad. El 
6 de noviembre, los obreros 
abandonan las fábricas y, tras algunas escaramuzas con soldados, toman el 
control de la ciudad. Lo mismo sucede en Bremen, Cuxhaven y otras ciudades. El 
día 7, 
la revolución y la formación de Consejos de Obreros se extienden a Munich, 
Wilhemshaven, Schwerin, Hannover, Colonia y Brunswick. El 
8 de noviembre, las masas 
revolucionarias llegan a las puertas de la prisión de Breslau (Polonia) y 
liberan a Rosa. Ese día la marea de la revolución y la formación de Consejos de 
Obreros llega a Oldenburg, Rostock, Magdeburg, Halle, Leipzig, Dresden, Chemitz, 
Düsseldorf, Frankfurt, Stuttgart, Darmstadt y Nürnberg. Friedrich Ebert, 
dirigente socialdemócrata, se comunica con el canciller Max de Bade y le dice: 
"Si el emperador no abdica, la revolución social es inevitable. Tampoco yo deseo 
la revolución. Para mí es como un pecado."[25] 
En Munich, el Consejo de Obreros y Soldados va al Parlamento, declara el fin de 
la dinastía de Baviera y proclama la República destituyendo al gobierno 
monárquico. El 9 de noviembre, la revolución llega a Berlín. La policía abandona 
sus puestos y los cuarteles son abiertos a las masas, los soldados se muestran 
neutrales o se unen al movimiento. El canciller Max de Bade anuncia la renuncia 
del emperador y del príncipe heredero. Entonces, los dirigentes socialdemócratas 
del SPD 
proponen a los socialdemócratas 
independientes la formación de un gobierno común. Max de Bade renuncia y Ebert, 
socialdemócrata, es nombrado canciller del reich. A las dos de la tarde, 
Scheidemann proclama la República Alemana en el Reichstag. Se nombra un Consejo 
de Comisarios del Pueblo integrado por seis miembros: tres del SPD y otros tres 
socialdemócratas independientes. Los espartaquistas editan ese día el primer 
número del periódico Die Rote Fahne (Bandera Roja).
    El día 10, 
Ebert es nombrado jefe del Consejo de Comisarios del Pueblo y se pone 
inmediatamente en contacto con el Estado Mayor para preparar la lucha contra lo 
que denominaba el "bolchevismo". El 
12, el Consejo de Comisarios 
del Pueblo saca un conjunto de leyes que entre otras cosas promete la 
implantación de la jornada laboral de ocho horas a partir del 
1º de enero de 
1919. El día 
22 los Consejos de Soldados de 
Hamburgo deciden apoyar al nuevo gobierno. Les siguen otros consejos. Del 16 al 
21 de diciembre se reúne el Primer Congreso de los Consejos de Obreros y 
Soldados de Alemania. El programa que los espartaquistas defendieron se basaba 
en reclamar todo el poder a los Consejos de Obreros y Soldados, la disolución 
del Consejo de Comisarios del Pueblo presidido por Ebert, el desarme de la 
contrarrevolución y dotar de armamento al proletariado, formando además la 
Guardia Roja, y un llamamiento internacional a los proletarios de todo el mundo 
para la formación de Consejos de Obreros y Soldados para llevar a cabo la 
revolución socialista mundial. Pero el Congreso adoptó el programa 
socialdemócrata sin discutir los puntos que planteaban los espartaquistas. El 
programa aprobado se basaba en dar todo el poder al Consejo de Comisarios hasta 
que la Asamblea Constituyente estuviese formada, reservando al Consejo Central 
de los Consejos de Obreros y Soldados un papel de "supervisión parlamentaria". 
Se decide adelantar las elecciones para la Asamblea Constituyente al 
19 
de enero. Mientras tanto, la burguesía trataba de 
reorganizar sus fuerzas armadas y contraataca en varias ciudades, formando 
"Cuerpos de Seguridad".
    Fui, soy y seré
    La traición de la socialdemocracia se 
evidenciaba plenamente. Entonces, de las mismas filas espartaquistas surge el 
Partido Comunista Alemán, el cual se instituye en un Congreso celebrado entre el 
30 de diciembre de 
1918 y el 
1º de enero de 
1919: nacía el primer partido 
comunista en un país económicamente desarrollado. Rosa fue quien redactó el 
programa de la nueva organización revolucionaria que se aprobó en el Congreso 
fundacional. El 1º 
de enero es desarmado uno de los regimientos revolucionarios más importantes en 
Bremen. El día 4 
es destituido el jefe de policía de Berlín, Eichhorn, miembro del ala izquierda 
de los socialdemócratas independientes.
    Se suceden las manifestaciones contra esta destitución. El día 
5 se forma una comisión entre 
los socialdemócratas independientes y el Partido Comunista para seguir luchando 
contra la destitución de Eichhorn con un llamamiento a la huelga general y a una 
gran manifestación el 6, 
a las 11 de la mañana. 
Los revolucionarios van ocupando todos los diarios. Se le otorgan plenos poderes 
a Noske para frenar el movimiento. El contesta: "Bien. Uno de nosotros debe ser 
el perro policía. No temo esa responsabilidad."[26] 
El propio Noske escribió más tarde: "Si las masas hubiesen tenido jefes 
decididos, con objetivos claros y precisos, en lugar de pronunciar hermosos 
discursos, al mediodía de aquella jornada habrían sido completamente dueñas de 
Berlín."[27]
    Se realizan huelgas de solidaridad con los 
revolucionarios berlineses en diversas ciudades. Hay enfrentamientos en las 
calles de Berlín y Spandau. El día 
11, los locales del diario 
socialdemócrata Vorwärts, ocupados por los revolucionarios, son asaltados por 
las tropas. Noske hace una demostración de fuerza desfilando por las calles de 
Berlín. El 15 
de enero, Rosa Luxemburgo y Karl 
Liebknecht fueron asesinados por soldados que cumplían órdenes del ministro 
socialdemócrata Noske. El día 
25 es el entierro de 
Liebknecht y de los demás combatientes revolucionarios asesinados. Pero el 
cadáver de Rosa aún no había aparecido.
    El 16 
es prohibido el diario espartaquista 
Bandera Roja. A partir de la celebración de las elecciones a la Asamblea 
Constituyente el 19 
de enero el gobierno se consolida, 
mientras los consejos son despojados de su poder. Del 
20 al 23 de enero se producen 
huelgas de protesta por el asesinato de Rosa y Liebknecht. El 
23, el gobierno declara el 
estado de sitio en Hamburgo. El 
3
de marzo se declara la huelga 
general en Berlín, reclamando el reconocimiento de los Consejos de Obreros y 
Soldados, la libertad y el sobreseimiento de todos los presos políticos, la 
formación de una Guardia Obrera Revolucionaria y la disolución de las fuerzas 
represivas, además del establecimiento de relaciones económicas y políticas con 
la Rusia revolucionaria. El gobierno declara el estado de sitio, que continuará 
hasta el 5 
de diciembre. Se dan choques armados 
en Berlín hasta el día 6, 
en que
las tropas de Noske ocupan la prefectura de la policía. Fracasa la huelga 
general y se reanuda el trabajo en toda la Alemania central a partir del día 
8.
    El día 
10 Leo Jogiches es encarcelado 
y la policía anuncia que ha muerto al intentar escapar. Nuevos combates se 
producen entre el 15 y 18 
de abril, día en que las tropas causan 
1200 muertos al disparar 
contra las manifestaciones de marineros y trabajadores. Recién el 
31 de mayo se encuentra el 
cadáver de Rosa Luxemburgo. El Partido Comunista y todas sus publicaciones son 
prohibidos. A lo largo de 1919
se suceden las luchas y las 
huelgas, cada vez enfrentadas a un ambiente de mayor represión y persecución por 
parte del gobierno y las tropas de Noske. El 
7 de abril se proclama la 
República de los Consejos de Baviera, que dura hasta el 
4 de mayo cuando las tropas de 
Noske penetran en Munich y desencadenan una feroz represión. Son fusilados 
decenas de dirigentes y militantes revolucionarios. La represión se prolonga 
hasta junio. Las luchas acabaron con el fin de la huelga de los metalúrgicos de 
Berlín, el 11 
de noviembre.
    El 5 
de diciembre se levanta el estado de 
sitio en Berlín. La revolución ha sido derrotada, pero no ha muerto. Y sin 
embargo, esta derrota tuvo un terrible costo para la revolución mundial: el 
primer estado obrero de la historia, la Unión Soviética, no pudo contar con el 
vital auxilio del proletariado alemán, uno de los más fuertes de Europa. No 
contó ni con su capacidad tecnológica ni con su cultura. Los dirigentes más 
reconocidos de esta revolución alemana fueron Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. 
Junto a ellos cayeron en las calles miles de obreros revolucionarios; otros 
inauguraron los primeros campos de concentración. Dicen que todavía se repite 
una pintada en los muros de los barrios obreros alemanes, que es muy habitual: 
"¡Trotzalledem!". (¡Adelante a pesar de todo!), la frase que pronunció 
Liebknecht al enterarse de las amenazas de muerte que pendían sobre ellos. No 
han muerto en vano. Las lecciones de la revolución alemana y sus protagonistas 
contribuirán a la emancipación del proletariado mundial.
    Pero hay quienes hemos tomado el relevo en la lucha por una sociedad sin 
explotación ni opresión. En nuestros oídos aún resuenan las palabras finales del 
artículo "El orden reina en Berlín", escrito por esa pequeña mujer que fue una 
revolucionaria gigante, Rosa Luxemburgo, en la víspera de su asesinato: "'¡El 
orden reina en Berlín!', ¡esbirros estúpidos! Vuestro orden está edificado sobre 
arena. La revolución, mañana ya 'se elevará de nuevo con estruendo hacia lo 
alto' y proclamará, para terror vuestro, entre sonido de trompetas: ¡Fui, soy y 
seré!"[28]
Notas:
[1] "Utopías pacifistas", de Rosa Luxemburgo.
[2] Ver Louise Michel, en el capítulo I.
[3] Leo Jogiches (1867-1919): Fue uno de los fundadores del Partido 
Socialdemócrata Polaco y de la Liga Espartaco. Compañero de Rosa Luxemburgo, fue 
arrestado y asesinado por la policía un mes después de la muerte de Kart 
Liebknecht y Rosa Luxemburgo.
[4] La IIº Internacional, fundada en 1889 como sucesora de la Iº Internacional, 
en sus inicios fue una asociación libre de partidos nacionales laboristas y 
socialdemócratas, en la que se nucleaban elementos revolucionarios y 
reformistas.
[5] Rosa Luxemburgo sostenía que era era incorrecto que los revolucionarios 
afirmaran el derecho incondicional de todas las naciones a la autodeterminación, 
dado que eso podría fortalecer a los movimientos nacionalistas dirigidos por la 
burguesía nacional. Sus posturas están desarrolladas en el folleto "Junius" y en 
el texto "La Revolución Rusa". A estas afirmaciones, Lenin replicaba que es 
incorrecto afirmar que no puede lograrse la autodeterminación bajo el 
capitalismo, como lo demostró Noruega, cuando en 1905 obtuvo la independencia de 
Suecia con la ayuda de los obreros suecos. Por otro lado, si bien es cierto, 
como decía Rosa, que las clases dominantes se oponen con el discurso contra la 
explotación y la opresión, los revolucionarios debemos demostrar en la acción a 
las minorías nacionales oprimidas y explotadas que nuestras consignas no son 
huecas, como las de los capitalistas. Un gobierno socialista puede ganar como 
aliadas a las minorías oprimidas solamente si está dispuesto y es capaz de 
demostrar su apoyo incondicional al derecho de ese pueblo de formar un estado 
separado si así lo quiere.
[6] Eduard Bernstein (1850-1932): Fue uno de los fundadores y más destacados 
dirigentes de la socialdemocracia alemana. A la muerte de Engels, inició y 
encabezó un movimiento revisionista del marxismo tanto en su teoría como en la 
práctica. Tras abandonar la vía revolucionaria, abogó por la reforma gradual y 
pacífica del sistema capitalista.
[7] Citado por Rosa Luxemburgo en "Reforma o Revolución".
[8] La política de la socialdemocracia alemana se reducía al parlamentarismo 
-presentarse a elecciones y obtener bancas a costa de grandes concesiones 
políticas- y al sindicalismo -los socialdemócratas que trabajaban en el 
movimiento obrero temían a cualquier lucha que fuera más allá de las exigencias 
de aumento de salario o mejoras en las condiciones de trabajo.
[9] Como escribió Trotsky años más tarde, un partido leninista de combate, su 
dirección, sus cuadros, su programa y su experiencia no se pueden improvisar en 
la hora de la revolución.
[10] La revolución rusa de 1905 surgió del descontento creado por la guerra 
ruso-japonesa y el despotismo zarista. Comenzó en enero con la masacre de una 
manifestación pacífica, conocida como el "Domingo Sangriento", y desató una 
oleada de huelgas que culminaron en la formación de un incipiente poder dual en 
los soviets (Consejos Obreros). El más importante fue el de San Petersburgo. Fue 
derrotada en diciembre del mismo año.
[11] Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. En el Congreso de 1903, realizado en 
Londres, se originó una debate sobre al tipo de organización revolucionaria que 
debía construirse. Lenin obtuvo la mayoría: desde entonces se conoció a su 
tendencia con el nombre de "bolchevique" que significa mayoría en ruso, que 
sería la dirección de la Revolución Rusa de 1917. La otra fracción, la 
"menchevique" (minoría, en ruso) se opuso a la Revolución de Octubre. Lenin en 
su obra "Un paso adelante, dos atrás" da cuenta de esta polémica.
[12] Kadetes es el nombre con el que se designa a los miembros del KDT (Partido 
Constitucional Demócrata). Partido burgués de Rusia fundado en 1905, dirigido 
por Miliukov, apoyó la monarquía constitucional, luego se inclinó hacia una 
república. Participó en el Gobierno Provisional de 1917, trabajó por la derrota 
del Gobierno soviético después de la Revolución de Octubre. Después de la Guerra 
Civil existió solo en la emigración.
[13] Eseristas es el nombre con el que se conoce a los miembros del Socialismo 
Revolucionario, partido pequeñoburgués en Rusia, que surgió a comienzos de 1902 
como resultado de la unificación de diferentes grupos y círculos populistas. Las 
concepciones de los eseristas constituían una amalgama ecléctica de las ideas 
del populismo y el revisionismo; los 
eseristas intentaban, según expresión de Lenin, "arreglar los desgarrones del 
populismo con remiendos de la 'crítica' oportunista en boga del marxismo."
[14] Lenin y los bolcheviques defendían la necesidad de un partido centralizado 
de revolucionarios conscientes. Contra la concepción menchevique de una 
organización laxa, sin límites definidos, Lenin sostenía que para ser miembro 
del partido era indispensable demostrar un compromiso a través de llevar 
adelante las resoluciones tomadas por la organización. La disciplina estaba 
basada en una discusión interna democrática. Esa forma de organización les 
permitió mantener la actividad revolucionaria incluso en los momentos de mayor 
reacción, con los dirigentes presos o en el exilio. Los mencheviques, por el 
contrario, estaban constituidos por un grupo de líderes y una base amplia sin 
poder real en la toma de decisiones.
[15] Este libro estaba dirigido a enfrentar el creciente oportunismo de la 
socialdemocracia alemana que escindía las huelgas económicas de la lucha 
política, restringida a proponer leyes en el Parlamento alemán que mejoraran las 
condiciones de vida de la clase obrera.
[16] August Bebel (1840-1913): Fue uno de los fundadores y dirigentes del 
Partido Socialdemócrata Alemán y de la IIº Internacional. Fue autor de "La mujer 
y el socialismo".
[17] Víctor Adler (1852-1918): Físico y político socialdemócrata, dirigente de 
la sección austríaca.
[18] Víctor Adler a August Bebel, 5 de agosto de 1910.
[19] Respuesta de Bebel a Adler, 16 de Agosto de 1910. Ambas correspondencias 
están recopiladas en "Rosa Luxembug" de Peter Nettl.
[20] Citado en "Rosa Luxemburgo, la liberación femenina y la filosofía marxista 
de la Revolución", de Raya Dunayevskaya.
[21] Artículo publicado en 1898 en la Leipziger Volkszeitung, revista de la 
socialdemocracia alemana.
[22] Diputado socialdemócrata cuando estalló la Primera Guerra Mundial. Aunque 
acató la disciplina partidaria y votó los empréstitos de guerra el 4 de agosto 
de 1914, no tardó en repudiar esta política pro-bélica y estuvo encarcelado de 
1916 a 1918 por esa razón.
[23] Ver Clara Zetkin, en este mismo capítulo.
[24] Dirigente del ala derecha de la socialdemocracia alemana. Fue ministro de 
asuntos militares y responsable político de los asesinatos de Rosa Luxemburgo y 
Karl Liebknecht.
[25] Friedich Ebert (1870-1925): Dirigente del bloque socialdemócrata en el 
parlamento alemán, chovinista durante la guerra. Asumió el gobierno en 1918 para 
impedir la revolución y salvar la monarquía. Luego fue premier del 
gobierno previsional y primer presidente de la república.
[26] Declaraciones ante el parlamento alemán.
[27] Notas de Noske citadas en el artículo "Rosa Luxemburgo y la revolución 
alemana de 1918-1919", de Jesús María Pérez.
[28] Escrito en alemán por Rosa Luxemburgo el 14 de enero de 1919, la víspera de 
ser asesinada por los soldados de la Caballería de la Guardia del gobierno del 
SPD. COMCOSUR MUJER 
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