El género femenino y el género masculino aluden a aquellas ac- titudes, formas de pensar y de comunicarse, comportamientos, modos de vincularse, creencias, sentimientos, socialmente esperados para las mujeres y para los hombres en una cultura determinada.
Como señala el Lic. Jorge Corsi (Violencia Masculina en la pareja. Paidós, 1995,p.14), a los ni- ños se les prohibe llorar, mostrarse débiles, temerosos o inseguros, fraca- sar. Por el contra- rio, se les inculca que deben ganar, luchar, competir, imponerse, con- quistar, atacar, vencer... Las ni- ñas, en cambio, son educadas para ceder, pactar, coo- perar, obedecer, cuidar...
Este tipo de educa- ción diferencial re- cibida por las niñas y los niños, está ba- sada en los este- reotipos de género existentes en la cultura patriarcal.
Desde muy temprana edad niñas y niños aprenden que la mujer tiene co- mo actividad fundamental aquella que se relaciona con la maternidad, que comprende las funciones: biológica (reproducción), nutricia (alimen- tación), y social (crianza, educación y transmisión de los valores cultura- les), además de la función de ser el sostén emocional (contención) de los miembros de la familia, a quienes cuida postergando sus propias necesi- dades, propiciando con su apoyo el crecimiento de su marido. (Burín, M.y