Madre Esmeralda VOZ DE DIOS
MENSAJES DIVINOS:
19. UNA PRIMAVERA EN TODA LA TIERRA
Han pedido:“Primavera...Unión...Salud''.
Se acerca una Primavera sin fecha,
y entonces en todos ya habrá claridad,
ya no habrá caos y confusión,
sino la firmeza, la seguridad total.
Una Primavera se acerca y en toda la Tierra,
esa Primavera se va a manifestar,
y en esa Primavera la unión divina,
porque verán a todas las especies,
de los aires o las marinas,
ya será la unión perfecta.
¿Y qué no decir de mis hijos,
los que caminan sobre la Tierra?
La unión, la comprensión,
y la salud como anuncié hoy,
salud en todo, en el cuerpo, en las situaciones,
en el aire que será purificado,
ya no habrá este aire contaminado,
sino puro también, perfecto en todo;
los pájaros cantando,
en distintos trinos, en distintos gorjeos,
las distintas especies, todas entenderán...
Y llega también el momento
de la dulce y perfecta unión,
que no necesitarán palabras,
para comprender lo que el otro necesita,
si un bocado de pan, un sorbo de agua o una caricia.
Y así irán ofreciendo,
y lo irán ofreciendo sin temor,
sin pensar qué va a pensar si me voy a acercar,
y si puedo abrazar...
No, es la unión en todos los sentidos,
la unión perfecta y pura,
tal como anunció aquel Hijo Mío,
ese vuestro Hermano Mayor.
Todos son mis hijos, no son adoptados,
sino son de mi propio corazón,
en el Cielo los creé con amor.
Quisieron padecer tanto,
y resulta tan pesado....
¡Cómo no voy a saberlo,
si con cada uno estoy Yo!
Pero si digo, Primavera en toda la Tierra,
¡toda! la Tierra Prometida,
la Tierra pura y perfecta,
y en esa Tierra llena de alegría,
las aves cantando, los peces en los mares,
y ustedes como niños cantando y jugando,
brincando como corderitos.
Así es la unión,
y en todo ello la salud,
ya nadie temerá que haya una piedra en el camino
en la que pueda tropezar y que pueda herirse.
Ahora con cada uno Yo me he herido,
no solo las manos y los pies,
sino las rodillas y hasta el corazón.
Cuántas veces mi corazón sangra,
con los corazones de ustedes, cuántas veces...
Porque no estoy en un solo ser,
estoy en cada uno,
sé la situación que cada hijo vive,
sé cómo se encuentra en salud o en sus problemas,
sé cómo se encuentra por sí y por los que lo rodean,
sé, pero cada uno se ofreció a padecer mucho más.
¡Qué difícil es esto, ¿verdad hijitos?!
¡qué difícil es!
Pero si prometo que lo otro pronto lo tendrán,
primavera, salud y unión,
todo se verificará con vuestro inmenso amor,
porque ustedes desde el Cielo también se ofrecieron,
se consagraron en venir a compartirlo todo,
ya que querían que todos volvieran allá.
Juntos salimos y juntos regresaremos,
y les prometo, como tantas veces he dicho,
ninguno de mis hijos,
en nuestro Cielo puede faltar.
AMEN
(17/04/93)
