LA LLEGADA DEL CRISTO_CUANDO_PAG

HECHOS INDEPENDIENTES DE DOLOR EN EL MUNDO

Buenos Aires, 28.5.84

Dice el Señor:
Mi amor y mi fidelidad, como Padre y como Creador,
Mi amor y el honor en alto y así lo estableceré YO;
y si les digo, no dejen pasar de largo,
las palabras que pronuncio acá, digo:
almas mías mis benditas, la Argentina se conmocionará;
no son palabras meras, sino palabras de Dios,
palabras de Quién les anuncia, que los tengo en protección
pero, bien orientados están, deben salir del lugar,
no es ni hoy ni mañana, hijos, pero muy pronto todo será.
Argentina se conmociona, gran sacudida tendrá,
sangre que se derrama, todo se confirmará.
Ella no quería decirlo, más poder que Ella tengo YO,
por eso vengo y les digo, almas mías, en tiempos que están cercanos,
levanten todo, hijos míos, y de aquí a otro lugar,
que allí más protegidos,
porque es un rincón de Argentina,
donde la sangre casi no llegará.
No teman a nada, almas mías, que nada les va a faltar,
estén donde estén, mis hijos, todo Papá les proveerá;
Soy el Padre que los ama, no los voy a abandonar,
no temas, hija mía, mi amada, mi Vita no temas jamás,
sabes cómo te amo, hijita y cómo amo a los de acá,
sabes cómo deseo la unión y aunque a veces cuesta ¿verdad?
si todo lo puedo entender YO, si soy el Padre Celestial,
si estoy siempre a tu lado, si sé de tu sentir,
si sé de tus angustias, si sé de tu sufrir,
si sé también de tu quebranto, mas también sé de tu ascensión,
que te sentirás reconfortada y con fuerza divinizada,
porque así te mantendré YO.
Y tu, mi José María, a nada le debes temer,
llega por fin gloriosos días, y más firme te mantendré, mi bien,
y podrás poner en orden, tanto como necesitas, mi bien,
y podrás poner en orden, en todo te ayudaré.
Amén

La felicidad de tu esposo, compañero de paso como ahora es acá,
la felicidad de tu Lino, mi María, felicidad que compartida será,
mas también hay amarguras, pobre Italia se verá, como sumergida en un caos,
y en lo oscuro y en un pozo tenebroso que muchos de él no saldrán.
Pobre Roma, pobre Roma, piedra sobre piedra no va a quedar,
alertaré a mis hijos y muchos no querrán escuchar.
Mas te digo, felicidad que llega; Bovolone, alto se podrá ver,
ahí no es la oscuridad completa, ya que permitiré que en esas tinieblas
puedan contemplarse, ayudarse, alentarse y sonreír también.
Amén

Benditos míos de Italia, benditos míos del mundo,
que está aguardando el error humano que pronto se precipitará.
Error humano, sí, almas mías, que pronto se verificará.
Error humano y almas sombrías que deambulando por la Tierra se verán.
Como en aquel cataclismo parecido en la antigüedad
hace más de 5 mil años, que solo sobrevivieron
los seres que allá estuvieron con Eva y con Adán.
Hijos míos, bienaventurados, ahora tanto no será,
pero la Tierra convulsionada de su órbita saldrá.
No teman, mis benditos hijos, que parte de Italia sobrevivirá,
y ustedes están en ello, para ayudar al resto de los que necesitarán.
Almas mías, bienaventuradas, bendiciones siempre tendrán,
protección, amor inmenso que todos distribuirán.
Adelante en el camino, adelante a transitar, no se detendrán ya nunca,
porque el amor que en ustedes hay, es el impulso es la fuerza, es el viento,
también es el huracán, que los lleva impetuoso,
pero no como destructor, sino como colaborador,
para una nueva reconstrucción, de todo este Mundo,
que nuevo y divino por fin, bajo el cielo se presentará.
Bajo el cielo, digo sí, hijos míos, como si el Cielo en lo alto pudiera estar,
pero el mundo está envuelto en cielo, pronto ustedes esto lo manifestarán,
y como un nuevo descubrimiento, que a tantos ofrecerán.
Son los nuevos profetas, mis hijos, que en palabras muy nuevas dirán al mundo,
lo que es el mundo y lo que es el Universo, porque son de universalidad.
Hijos míos, luego en lo sublime, dejando lo terrenal,
continuando en la ascensión divina, en celestes se transformarán.
En ángeles míos, muy puros, en nuevas revelaciones que habrán,
nuevas revelaciones que muy pronto, como ésta,
a mi Italia bendita arribarán.
Los bendigo en mi nombre,
en el del Cristo por igual,
y en el del Espíritu Santo, que tiene dos alas inmensas,
y a Italia, en gran parte, abrazándola ya está.
Ustedes están en esa protección,
y entre plumaje tierno del pecho como es,
sienten los latidos de este corazón,
y sienten el arrullo de la Paloma.
Amén

Me estás mostrando, mi Señor, esa bandada de pájaros blancos que llegan... que llegaron, que ya están ahí. Veo todos los pájaros en formación, pero todos los picos unidos y es maravilloso.
De pronto de las plumas comienza a descender y es como un polen que viene bajando, como una tenue capa de polvo blanquísimo, blanquísimo, y brillante a la vez. Y es como si formara como una cúpula. Una gran cúpula que a todos los cubre, los envuelve es como una protección.
De pronto apareció un iglú. Y ahora los pájaros comienzan a abrirse, retroceden un poco y comienzan todos a emitir un canto. Son unos trinos perfectísimos. Pero los trinos de pronto, comienzan a ascender y es como si envolvieran toda la Tierra.
Y dice EL:
Ustedes tendrán, almas mías, la divinidad que acabo de presentar.
También es una Bendición que a todos envolverá.
pero sentirán el canto, que a la Tierra va a envolver,
porque son como ángeles que han llegado,
pero ustedes son ángeles también.
Los estoy preparando en el camino,
para la armonía y unión perfecta que habrá.
En ustedes encomiendo, hijos míos,
porque la Tierra estará a salvo en su totalidad.
No soy juez, ni soy un ogro, soy Padre y soy Amor
y en ustedes como ángeles, encomiendo un nuevo bautismo.
Mi Señor, veo que el bautismo es la luz que viene de TI, y los envuelve. Ese es el nuevo bautismo que reciben, mi Señor. Es una luz inmensa, divina...
... y también la Bendición.
Y veo ahora, mi Señor, como en ademanes, de la misma luz que tienen, van envolviendo a todos los que se acercan, y aún a los que están lejanos... y dice EL
Lo que les brindo, lo distribuyen
y en ustedes se multiplicará,
que nada se guardan, todo lo entregan,
cuanto más entreguen, más de MI tendrán.
Y son las bendiciones,
que en todo lugar distribuirán.
No quedará piedra sobre piedra en Roma,
ni tampoco quedará luz,
que no llegue a todo rincón,
ya que estará en todo sitio,
incluso en la mayor profundidad.
Amén

Amor. Pedro, un gran crecimiento en esta obra. Ya Padre, ven a buscarme. Unidad.
Mi Señor...
Si por amor están acá,
por amor se destruyeron,
por amor se están arrastrando,
por amor tanto padecieron,
pero ese amor muy pronto radiante se sentirá.
¡Ven, ven pronto Padre!
si estoy en todos mis hijos,
pero el pronto es en este Tiempo
que tendrán el Divino Conocimiento.
Ese ya se está precipitando,
a nada le deben temer
que estos caminos serán pronto de unión,
unión perfecta,
ya no habrá esa confusión.
Y también la de cada hogar,
no sólo entre mis hijos,
este de aquí o el otro más allá,
sino esa unión se verifica,
y la alegría para todos por fin estará,
porque a todos los viene a unir.
¿Qué más les puedo decir?
Que esa esperanza ya no se va a marchitar,
que esta Tierra Nueva que prometo, siendo la misma,
se va a estremecer de felicidad.
Pero también les voy a decir,
el momento amargo se está acercando,
el error humano se va a confirmar,
pero ustedes estarán ya con aquellos hermanos,
unidos con ellos, los que están ya dispuestos,
no elegidos,
sino, están también pedidos por aquellos otros hijos,
aquellos que fueron rebeldes
y ellos dijeron: de lado queremos estar
para poder compartir los momentos amargos,
ya que ellos sin necesidad vinieron con nosotros
para........
¡Ay! Mi Señor.......
Sentirse destrozar.
¡Adelante! Que todo pronto cumplido es,
como en aquella Rusia, también la tierra sentirá
que es una tierra roja por sangre,
es una tierra negra por dolor,
no porque es una tierra fértil,
pero sí una tierra resplandeciente
y en un verdor que resplandece por la esperanza
esa que prometo y ya es de Eternidad.
Amén