Montevideo, 22/05/93

LAS SEÑALES YA LAS DI

Tercer encuentro, Susana. Juancito ¿dirías algo tu? Bueno, qué cosita con estas criaturas.
Margarita, tener fe.
Perfecto. Ahora pedimos al Padre y digo: Mi Señor.

Un tercer encuentro, cuántos lo están necesitando,
de un encuentro, de un gran abrazo,
de ese abrazo que es desde lo profundo
como si el corazón también tuviera manitos,
y pudiera el otro corazón acariciarlo.
También la fe,
la fe no se ha perdido
está como una plantita de invierno, que sus hojas ha perdido,
pero esperando la gran primavera de volver a reverdecer.
Esa es la fe que unida con la esperanza,
la fe en la firmeza está bien enraizada,
la esperanza es el verde de ese follaje,
y la caridad son las flores representadas en el amor,
que embriagan todo de un gran perfume.
Ustedes son también como la plantita,
muchas veces se han sentido como en un invierno,
como secar, que parece que ya no hay vida,
¿dónde estaban mis hojitas?
Pero llega la primavera de una situación
se sienten reverdecer,
otra vez ahí está la esperanza,
y la fuerza de la fe lo va manteniendo todo
y como un capullo, no como una flor, se sienten así otra vez,
¡ay! ¡qué hermoso!
Al instante otro viento,
y las vuelve a abatir almitas mías otra vez.
Se habían ofrecido,
querían mucho más padecer,
son trozos de mi corazón,
cómo he de arrancarme alguno,
todos mis hijos están aquí,
todos están en mi cuerpo,
si uno solo faltara, YO me sentiría también morir.
Y soy Padre, Soy Dios, Soy Creador, Soy Eterno,
vuestras almas eternas también son,
lo efímero son los cuerpos,
pero con estos cuerpos verán y colaborarán
en la gran maravilla que ese Hijo Mío muy pronto comenzará.

Es muy pronto, mi Señor, que TU eres Eterno, hoy te decía en la tarde, cuándo ese tu muy pronto, mi Señor ¿cuándo?! Como humanos se nos hace largo ese camino. Y TU que estás de siempre que no será en cada hijo, en esas Yugoslavias de tantos hogares despedazados.

Cuando digo pronto, porque las señales ya las di,
este es el Tiempo que vengo anunciando,
en el cual ese Hijo Mío que es vuestro Hermano
comenzará la Total Redención.
No olviden, El se ofreció por todos,
no dijo: me ofrezco por aquel grupo, aquel o el de allá,
No, El se ofreció por todos.
No olviden que aquellos que lo laceraron,
aquellos que lo enclavaron,
para ellos también pidió un perdón.
Cómo no va a venir para unirlos en el abrazo del infinito Amor.
Por lo tanto, hay sí, encuentro y reencuentro,
y muy pronto sentirán que esa hija que lo ha pedido
tendrá una gran sorpresa, pero no sólo ella,
será sorpresa y habrá felicidad,
pero ustedes también, van a tener encuentros y reencuentros,
y verán las estrellas y los ángeles en ellas,
y verán las luces que todo lo inundarán,
y verán la Tierra como comienza a transformarse
y ustedes se sentirán radiantes de poder por fin ayudar
y como aquel que dijo:
que tu mano no sepa lo que la otra va a hacer,
pero sí con las dos juntas se pueda hacer mucho más.
Que una sepa de la otra
para poder sembrar en profusión,
para poder dar en una el pan, en otra el agua
que el peregrino, hambriento, sediento,
aunque parezcan vacías, alimento podrá recibir,
con todo el amor que cada uno va a ofrecer.
Y el corazón como un divino manantial
que no se agotará jamás.
Es fuente,
es surgente divina,
surgente,
así como mi Jesús, no olviden, anunció,
quien tenga sed, venga a mi a beber,
de ustedes, hijos míos,

Mi Señor, señalas tantos, a tantos de tus hijos,

porque así es,
que YO no estoy hablando
solamente a unos poquitos,
almas de mis hijos que en otros cuerpos están,
también hay partículas
que quieren escuchar mi palabra y mi Bendición,
esté aquí, o esté dándola acá o por allá,
participan mis hijos,
y todos se sienten amar.
Amén



Montevideo, 22/05/94

LAS SEÑALES DADAS ESTAN

¿Cómo te llamas? Mabel, Comunicación, Mario, Páginas nuevas y agregarían algo más? Mery, una señal.
Bueno, muy bien, mi Señor, ¿qué respondes a tus hijos?

En comunicación con mis hijos siempre estoy,
pronto tendrán la gran señal, y esas páginas nuevas,
esas, que pronto van a tener frente a cada ser,
con letras de oro de cielo no el oro de lo material,
en esas páginas nuevas habrá dos revelaciones
que a todos los va a sorprender,
que a todos los maravillará.
Hay comunicación,
dialogo con cada alma,
sé lo que en cada cuerpo, cada hijo se ofreció,
para venir como humano y vivirlo con amor.
El Tiempo es el más amargo
y si enfrentamientos hay,
pronto tendrán la alegría del abrazo
que parecerá de Eternidad.
Hechos que se verifican y las señales dadas están,
no una sola sino tantas,
pero cuántas recibieron ya ustedes, cuántas señales,
cuántas veces sienten presencias y miran y nadie hay.
¿Qué me pasa? ¿Estoy perdiendo la razón?
¿Qué me sucede? ¿Esto por qué es?
Esas también son señales,
que mis ángeles se están aproximando
como era en la Antigüedad los que apartaron la piedra
de aquel sepulcro hace casi dos mil años ya.
Los ángeles que se aparecieron tantas veces,
que venían como la Estrella de Belén,
venían, vienen también en sus estrellas,
se están presentando suavemente
para prepararlos para el gran encuentro,
y ellos también tienen las últimas páginas
y ellos también ayudarán a las grandes señales
y ellos también con ustedes tendrán la gran comunicación.
Son hermanos ya más preparados,
ustedes están en lo intermedio,
pero ustedes irán preparando a los otros,
a los otros hijos Míos, todos hermanos de Cielo.
Y entonces sí, qué gran comunicación,
que aquellos que parecen descreídos,
aquellos que la espalda dan,
aquellos que apuntaban no con un rifle,
sino con un cañón que parecían todo despedazar,
verán qué abrazo, qué comunicación,
qué señales maravillosas serán,
porque ya no serán balas las que puedan...

¡Ay! mi Señor, me hiciste erizar... por favor,

sino también serán señales como flores maravillosas,
como arco iris, que en el espacio también se verán,
así podrán apuntar y dirán:
pero ¡qué maravilla que es! Ya no hay temor,
sino hay seguridad, hay amor, hay alegría.
Habrá cantos por doquier,
porque no sólo el trino de los pájaros,
hasta las fieras en las selvas,
no parecerán rugidos, sino parecerán
susurros benditos, esperados, divinos,
ellos también darán señales,
y ellos al caminar con sus garritas, irán dejando
también escritas muchas palabras, porque son,
a través de ellos, también las últimas páginas
que se podrán leer y todo entendido con total claridad.
Amén



Roca, (Neuquén), 28/02/94

LAS SEÑALES FUERON DADAS

Y digo, mi Señor, ¿qué tienes para decir?

Qué tengo para decir,
que muchas voces de esta Argentina partirán,
y habrá como una cúpula maravillosa
y sorpresivamente este Hijo que anuncio,
viene y viene por acá.
Y vienen las estrellas y mis ángeles,
conocidos desde la Antigüedad,
vienen en las estrellas
para unirse a mis ángeles de la Tierra,
porque todos ustedes son mis ángeles,
no piensen que soy un Padre que hago una selección,
que YO elijo a mis hijos, no.
Mis hijos se han ofrecido, vinieron destinados
como aquél el del Calvario.
Pronto y sorpresivamente, reitero,
viene la total Redención.
Y es para todos, nadie, ni ciego, ni sordo quedará,
hasta aquél que parece el más cerrado o ateo,
hasta aquél con todos se va a abrazar.
Acaso voy a apartar a un hijo,
si eso hiciera, no merecería ser llamado ni Padre, ni Dios,
soy el Ser que más los ama,
y sufro en cada uno,
en el que es despedazado,
en el que muere de hambre o de sed,
pero jamás a ningún hijo YO he condenado,
de lo contrario sería un verdugo, sería un juez.
Hijos míos, sean de donde sean,
sepan que los abrazo,
sean de donde sean,
sepan que cada uno es un Divino Triángulo,
porque en cada hijo estamos con la Madre Celestial,
cada uno es parte del Cielo,
no lo deben olvidar.
Los bendigo con Amor de Padre,
pero reitero, muy pronto ese Hermano
que por todos se ofreció,
viene por la Total Redención, sorpresivamente,
no olviden, ya les he dicho,
este es el Tiempo de los Tiempos,
las señales fueron dadas,
pronto habrá una gran estrella,
más que aquella de Belén,
que viene a surcar..........

¡Ay! mi Señor, es maravilloso lo que me estás mostrando

Sí, pasará por estos sitios,
y viene en otra estrella ese hermano vuestro,
ese Hijo que anuncio,
que viene para unirlos a todos.
Y trae la paz, la seguridad,
la salud en todos los seres,
habrá milagros cual no los hubo jamás,
se verá ahora lo que no se vio desde la Creación,
la gran maravilla y la Tierra transformada,
en ese Jardín del Edén,
en el Paraíso.
Pero es para todos, reitero,
a nadie de lado, se dejará,
que si un hijo me abofetea,
con amor también lo beso,
y ustedes, hijos míos, si se sienten ofendidos,
no juzguen a ningún hermano,
piensen si también a alguno no lo han herido.
Amén


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