Montevideo 8.3.1986


ACA LA NUEVA JERUSALEM,
LA CIUDAD SANTA

¿Qué tengo para mis hijas?...
Como siempre tengo amor.
¿Qué tengo para mis hijas?
También a veces un sinsabor.
Cuando el trago es tan amargo,
nunca deben olvidar,
que en mi boca son diez tragos
que tengo que pasar.
Sí, mi Isabel, mi Benita,
no se deben olvidar,
que como Padre YO sufro,
y sufro diez veces más.
No te inquietes bien amada,
que la solución ya está,
escúchala a mamá que te aclara,
su vida cómo fue, y la tuya cómo será.
No olvides lo que te he dicho, alma mía,
misión de divinidad,
que estarás, hija, junto al Cristo,
que mi boca por tí hablará,
que será en diversas lenguas
que a tantos tú vas a hallar,
hablándoles en su idioma,
y todos te entenderán.
Y verás qué hermoso, mi Isabel,
qué hermoso todo será,
abrirás tus brazos, mi bien,
y en ellos se vendrán a refugiar,
seres que están desvalidos,
padeciendo más que tú,
seres que están...

¡Ay! Mi Señor, me muestras como que le falta un brazo, y que ella acaricia y ese brazo sale como por milagro...

Milagros que se vivirán y será en plenitud,
porque viene el Cristo, alma mía,
el Hijo que vengo anunciando,
y dará un poder inmenso a tus manos,
el bien que realizarás...
Así es como te necesito, adelante mi Isabel,
y ni digo a ti Benita,
lo que por ti también haré,
obras grandiosas,
porque luego al Mundo lo vamos a cambiar.
Lo transformaremos en divino,
lo sacaremos de la oscuridad,
que ahora está sumergido en un lodo...
¡Oh, qué horror!
¡Pobre mi Mundo como está!
¡Mis hijos en qué pavor! ..
Pero, almas mías, llegado el glorioso día,
que este Hijo su pie en la Tierra pondrá,
y es acá la Nueva Jerusalem,
la Ciudad Santa que el Mundo reconocerá.
Acá será establecida.
En la Vieja ¿qué pasó en la Vieja Jerusalem?
aquel Calvario, aquel dolor...
No olviden que aquí es la Nueva,
la Nueva Jerusalem,
la Ciudad Santa, Divina,
la luz aquí encenderé.
Por lo tanto, almitas mías,
cómo voy a precisar,
de Isabel, de mi Benita
y de tantos, tantos más.
Divinizarán los caminos,
todo con inmenso amor,
y con la humildad, señora soberana,
que no se apartará de vuestro lado,
porque con humildad,
tendrán el gran poder del Cielo,
la fe y el alto Honor.
Amén,

Amén Señor



Montevideo 21.6.1986


DE RETORNO EN LA NUEVA JERUSALEM

Sí, Sandrita bien amada,
hace casi dos mil años,
también tú estuviste por allá...
Los hijos que estoy reuniendo,
y que nuevamente se congregarán,
alrededor del que vuelve,
alrededor del que fue,
del que ha sido como ustedes de todos los tiempos,
estuviste en aquellos momentos,
y fuiste martirizada también.
Ahora te he traído como a todos mis hijos acá,
lo que será reconocido como la Nueva Jerusalem,
como la capital del Mundo, esta capital tendrá.
Mas luego ya no será así,
fronteras no existirán,
capital para qué, mi Sandra,
si nadie gobernará,
ni gobernadores, ni gobernados,
todos unidos en la hermandad.
Hermandad de Cielo que se verifica en la Tierra,
sin discrepancias, sin odios, sin gritos,
sino con el amor más divino.
Fuiste de todos los tiempos,
como todos mis hijos,
y sabrás que llega el momento supremo,
del gran reconocimiento.
Así es, mi bien amada,
todo esto pronto lo reconocerán,
el alma dará todo,
será como un recordar de una infancia,
porque para el alma no ha existido el tiempo,
sin embargo, ha sido tal el sufrimiento,
que no se les borrará jamás.
Amén,

Amén Señor



Montevideo 21.9.1986


UN TEMPLO DIVINO EN LA NUEVA JERUSALEM

Veo la gente que llega, la devoción, la fe... Y veo, es algo sorprendente, como que de los seres parte enorme luz..
Veo estrellas de lo alto, y las estrellas también irradian luz, y forman entre todos, entre los que están en tierra y las estrellas de lo alto, como una gigantesca Catedral. Es gigantesca, pero no es totalmente blanca, todavía no la veo totalmente blanca...
Y dice El:

Por la fuerza de la fe y del amor,
un Templo erigido ya está.
Mas el otro Templo,
el que anuncio YO,
donde estableceré mi Morada,
en Sión, almas mías, se verificará.
Acá es la Nueva Jerusalem,
no lo deben olvidar.
Que habrá otras Apariciones,
a todas las presento YO,
en distintas partes del Mundo,
y luego...en lo auténtico,
ya que todos verán a la Paloma Divina,
como Espíritu Santo que es,
cómo se transforma en la Inmaculada,
ya que es una misma Persona,
la Segunda de la Trinidad.

Amén, Señor



Montevideo 6.2.1987


ESTAS AHORA EN LA NUEVA JERUSALEM

Ahora te veo, mi Señor, cómo estás multiplicado en cada uno... Pero ahora es como entrar en cada uno y sólo queda Tu Presencia, ahí, luminosa, junto a Luis... Y te veo cómo lo tomas de la mano y lo llevas a retroceder en el tiempo. Y lo llevas, no al vientre de la madre, llegas mucho más allá, llegas a esa parte de tu Cielo, cuando creaste a tus hijos, y cuando quisieron venir también a padecer, a compartir y a pasar como todos. Y te veo Luis, allá, como un ser muy fiel junto al Padre, y suplicándole de venir.... Y ahora me muestra hace 2000 años... cómo estuviste también cerca de aquel Calvario.... ¿Y quién fue, mi Señor?

No importa quién fue,
estuviste en la Vieja Jerusalem,
ahora te encuentras en la Nueva,
donde todo lo verificaré.
Así será reconocida la Nueva Jerusalem,
que ella -se refiere a mi- no quería aceptar,
cuando YO le hablaba así de la Ciudad Santa,
que reconocida en el Mundo,
como suprema y divina luz...
Y luego toda la Tierra,
iluminada desde lo profundo,
hasta mucho más allá.
No habrá capital en el Mundo,
ni gobernantes, ni gobernados, mi bien,
la Tierra la creé para todos,
y es sin discriminación.
La Tierra Prometida...

Sí, mi Señor, cuando yo te decía: -¿pero la Tierra Prometida, es una parte de la Tierra? ...Y fue cuando Tu me mostraste el Mundo entero: -"Esta es la Tierra Prometida".. -me dijiste- ...Y yo entonces te dije: -¿Y tu pueblo?- Y Tú me dijiste:..

-"Todos son mis hijos, todos son mi pueblo..."
Gracias mi Señor....
Amén, Amén Señor



Montevideo 14.1.1988


ACA LA NUEVA JERUSALEM, EL NUEVO SOL

El Tiempo es éste, hijo amado,
en este Presente todo se verificará,
es esta generación la que vive más amargada,
pero la que tendrá la Gloria,
que luego en la Tierra va, mi bien, a sembrar.
Tú estás entre estos hijos,
protegidos y amparados,
porque mucho has sufrido sí, hijo mío, bien amado,
mucho has sufrido en Tiempo de los Tiempos,
y en estos Tiempos preparándote estás,
para el encuentro divino con el Cristo,
porque tú también lo vas a ayudar.
Y hay un momento especial,
Puerta de Oro que en Israel está,
se dice que el Mesías por ahí ha de pasar,
pero es acá, en la Nueva Jerusalem,
donde mi Cristo retorna ya.
Por lo tanto, en la Puerta de Oro, El dirá,
todos antes que El,
cuando haya pasado el último hermanito,
recién entonces, el umbral lo traspasará El también.
Tiempo de los Tiempos, los más sombríos,
los desencuentros que se verifican ya,
serán después divinos Reencuentros,
porque muchos se abrazarán y perdón se pedirán.
Sí, mi bien amado, podrás comprender,
estás preparado para el Tiempo más cruel,
pero también para la Aurora bendita
que aquí comenzará.
Aquí es la primera salida de un Nuevo Sol,
en un día especial,
ese, de esa Navidad,
Navidad sin fecha...
sólo te digo, es un día que ya está dispuesto.
Amen,

Amén Señor


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