UN TEMPLO DIVINO EN LA NUEVA JERUSALEM

Veo la gente que llega, la devoción, la fe. Y veo, es algo sorprendente, como que de seres, parte enorme luz. Veo estrellas de lo alto, y las estrellas también irradian luz, y forman entre todos, entre los que están en tierra, y las estrellas de lo alto, como una gigantesca Catedral. Es gigantesca, pero no es totalmente blanca, todavía no la veo totalmente blanca.
Y dice EL:

Por la fuerza de la fe y del amor,
un Templo erigido ya está.
Mas el otro Templo, el que anuncio YO,
donde estableceré mi Morada, dice EL,
en Sión, almas mías, se verificará.
Acá es la Nueva Jerusalem, no lo deben olvidar,
que habrá otras apariciones,
a todas las presento YO,
en distintas partes del mundo y luego...
en lo auténtico ya que todos verán,
a la Paloma divina,
como Espíritu Santo que es,
como se transforma en la Inmaculada,
ya que es una misma Persona,
la Segunda de la Trinidad.
Amén

ESTAN EN LA NUEVA JERUSALEM

Sí, mi Eduardo bien amado, sí, mi bendita Raquel,
siempre he YO de ampararlos, y están en la Nueva Jerusalem.
Y no olviden que muy pronto, el Cristo su pie acá pondrá.
Pero antes de ello, habrá una luz en lo alto,
que a un punto, a ustedes los guiará.
Están preparados para ello, y aunque digan, aun no lo es,
YO digo... sí, mi Eduardo y Raquel, preparados están,
y habrá una ascensión también.
Como la Estrella de Belén, tripulada como fue,
también se sentirán ustedes, tripulantes de otra estrella,
ya que hoy les mencioné.
Integrantes del Séquito divino, así almas mías será,
no teman a la Noche Negra, que están todos para ayudar.
Que muchos desfallecientes, y muchos destruidos también,
pero ustedes serán los seres que los reconfortan,
que los reanimen, que les darán nueva vida,
porque muchos sucumbirán también.
Pero no en este suelo, en otros puntos será,

Muestra el mundo

Donde será tal el terror, que nada en pie va a quedar.
Esta es una profecía que dejo, más no se deben inquietar,
solo piensen que estoy en cada uno de ellos,
y Mi sufrimiento será tal...
pero todo fue dispuesto, todo en cumplimiento es...
pero luego, en Resurrección divina,
ustedes en aquellos sitios la obrarán.
Y qué alegría, en ese despertar tendrán.
Amén

JERUSALEM, JERUSALEM, CUANTAS LAGRIMAS DERRAMARA

Jerusalem, aguarda, hijo, al Mesías por allá,
la puerta de Oro, preparada, por la que consideran, tiene que pasar.
Mas en la Nueva Jerusalem, su pie el Cristo pondrá,
y luego, llegándose a la puerta dirá:
todos, por aquí irán, y El quedará como último,
pero todos sus hermanos esa puerta traspasarán.

Es simbólico, mi Señor? o es........ bueno, perdóname!

Jerusalem, Jerusalem... cuántas lágrimas va a derramar,
Jerusalem, Jerusalem, que el muro de lamentos desgarrado estará.
Jerusalem, Jerusalem...

No digas, mi Señor, del Templo, nada, ni por favor, nada que pueda asustar

Con pocas palabras lo digo, pero no lo entenderán,
allá gritarán mis hijos, Jerusalem, Jerusalem...
(otras palabras en lenguas)
Jersusalem, Jerusalem... dirán, almas mías, los de acá.
Amén

Salta, 19.5.84

GRAN CONCENTRACION EN SION

Madre:
Tu pediste ahora, gran Concentración en Sión. Es un pasaje tan divino, ahí es donde desciende el Cristo, y ahí es donde van a converger todos los caminos, y donde muchos serán transportados, sin documentos serán trasladados para esa gran Cita.
Y después habrá otra, otra gran Cita y es el momento en el cual, el Espíritu Santo, encarnado, durante tres días y tres noches, estará hablando; el Espíritu Santo es la Tercera persona, como conocida, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, o sea: Padre, Hijo y Madre.
El Espíritu Santo, estará durante tres días y tres noches hablando y los hijos recibiendo, todas las palabras y todo un conocimiento, una Enseñanza Divina.
Y esa es la más grande concentración, porque muestra EL, como no se ve nada más que... no se ven techos, no se ve nada, sino a todos los seres, todos... hasta donde abarca la vista, la bahía hasta el horizonte. No se ven las naves, no se ven los mástiles, sino que se ve nada más que seres, seres, seres, seres, tan apretaditos...

Y la voz llega a todos.
Esa será la gran Concentración...

Una vez, el Espíritu Santo elevándose, es un momento especial, doce horas antes y doce horas después no habrá muerte en el mundo... esa es la Gran Concentración.

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