Salto, Termas, 26.12.84

LA NUEVA JERUSALEM ESTA CERCANA

...........hay un llamado urgente...........
el marzo será restaurado...
te sentirás refulgente....
pero estos caminos están ya preparados
y en esa renovación que habrá,
será el encuentro con el Cristo
que por estos lados
su gran visita a la Tierra comenzará.
La Nueva Jerusalem, en ella tú entrarás.
Está cercana mi bien y te conmocionarás.
Ustedes, hijos míos,
bienaventurados como son,
pondrán el pie en la Nueva Jerusalem,
aunque también por momentos
se sentirán piedras de esos divinos cimientos.
Y a ustedes, dice EL, los reafirmaré YO.
Adelante, Estela bien amada,
adelante, adelante! a ayudar,
tus manos antes de la alborada
llena de las gracias
Espíritu Santo en el amor maternal.
Te confirmo en la fe,
te aseguro en el Amor.
Te protejo en la agonía,
te levanto en el resplandor.
No lo olvides, mi bendita,
que soy Padre y en MI está el poder.
Pero cuando tú te sientes abatida,
YO agonizo como Padre,
como Dios jamás, dice EL,
pero como Padre sí, por amarte.
Amén

.......Es acá en la Tierra todo,
para luego, hija, brindar,
esto que ahora es promesa
y luego en Cumplimiento Celestial.
Es acá en la Tierra, Isabel,
que el Cristo descenderá.
Se abren las puertas inmensas, pesadas.

Me estás mostrando, mi Señor... como que....

las puertas de la Nueva Jerusalem, dice EL.

Me estás mostrando unas puertas enormes, pesadísimas, que cuesta abrirlas, pero ya se abren, me estás mostrando cómo todos pasan por ellas, por esas puertas.

La Nueva Jerusalem, no tiene puertas, dice EL,
esto es el símbolo, mi bien,
las puertas aunque parecen pesadas,
luego te sentirás transportada,
conduciendo a muchos, a ese oasis, a ese Edén.
Después de la oscuridad que al mundo lo va a envolver,
es lo que acabo de anunciar,
para ello estás, Isabel.
Amén


Montevideo, 06/01/96

AQUI UNA LUZ EN UNA NOCHE DE REYES

Noche de Reyes..... Susana. La tarea. Las injusticias.
Y ahora, mi Señor, como siempre, esperando Tu Palabra. Es maravilloso cómo te veo. Pero de pronto observo tu rostro, te vi la figura y observo tu rostro y te veo con tu rostro como siempre de angustia. Ahí está.

La tarea, la tarea la grande comenzó,
cuando en el cielo eran ángeles y allí comenzó el dolor.
La tarea fue venir a compartir las amarguras que hay,
y también vivir en injusticias,
pero este es el tiempo más amargo, porque este es el final,
no final del mundo, sino del caos, de la confusión, del dolor.
Así cuando mi Jesús,
aquél que por muchos como Mesías fue reconocido
y por otros un usurpador, dijo volveré.
Y cuando le preguntaron cuándo,
El respondió: en el tiempo peor.
No venir cuando todo sea lindo a pasarlo bien, no.
Venir a transformar.
Porque El es como YO y como ustedes también.
Destruir, no, ¡jamás!
Y la tarea, la más maravillosa pronto va a comenzar.
Rápidamente se van a acercar las estrellas
y tendrán la alegría de ver a ese ser
que viene como en una Noche de Reyes,
en una inmensa luz, en una estrella más grande que la de Belén.
Pero antes de ello también está la sorpresa,
de sorpresa sí, recibirán una invitación,
con vuestros cuerpos a la estrella ascenderán
y ahí el gran abrazo y ya no se confundirán jamás.
Y ahí comienza la otra tarea.
Si en lo humano una tarea específica esperando están,
este es el Tiempo de los Tiempos,
de la transformación total y seguridad en todo.
Ya no habrá temor, que para la luz, que el teléfono,
que el agua, y no pensemos en el comer.
También tiempo de injusticias, de bofetadas, de empujones,
te arrojan sobre las espinas,
te arrojan sobre las piedras punzantes, piedras de la vida.
Te arrojan en ese río que parece que te asfixia y ya no puedes salir.
Sí, pero esto es en la parte humana, aquella que mi Jesús anunció.
Vendré en el tiempo de caos y de confusión.
Y hasta en los hogares se vive esto también,
se vive en todas partes, almas mías.
Pero llega como en un sueño, como de sorpresa,
así como se anunció en la Antigüedad, se dice:
no es en este tiempo que se esté recibiendo un conocimiento,
de Oriente a Occidente como una luz,
también se dice, pero no lo repitan jamás.
Si en ese librito....

Ah, mi Señor, la Biblia,

Sí, en ese librito tan hermoso, se dice como ladrón en la noche,
de Oriente a Occidente, no, digan:
como hermanito que llega, como en una Noche de Reyes.
Y así, de Oriente a Occidente.

Pero nunca aclaras, mi Señor, por donde va a ser. Porque si esta es la Tierra, cuando sale el sol es oriente y cuando la Tierra gira, ya dejó de ser oriente para ser occidente y ser oriente en la otra parte que luego es occidente, y así... y entonces toda la tierra es oriente y toda es occidente.

Saben muy bien cómo será.
Si aquí será reconocida, esta zona pequeña,
no este lugar, no esta casa, sino este lugar de la Tierra,
será reconocido como la Nueva Jerusalem,
la luz parte de aquí,
y luego ya no habrá oscuridad.
No será luz por aquí y sombras por acá.
La tierra iluminada y qué hermosa tarea.
Y entonces sí, se sentirán como en Noche de Reyes,
para poder ofrecer como los reyes los regalos,
pero al amanecer, entonces verán,
si dieron diez, ¡no es posible, yo tengo cien!
Si dieron cien, ¡mis brazos no pueden abarcar,
pero, otra vez los distribuiré!
Así será la tarea a realizar.
Si en la tarea humana pronto habrá una seguridad total,
ternura, no habrán injusticias más,
porque llega el momento de que la Tierra será de paz,
de alegría, de cantos, de risas, de un entenderse, almas mías,
hasta en lo más profundo.
No es necesario mirarse para saber lo que aquél necesita,
sino saber que está siempre uno dispuesto para poder ayudar.

Mi Señor, cuando TU has dicho, cuando alguien ha dicho la palabra amistad y cuando has presentado en esa palabra lo que es la amistad en lo humano. En lo divino todos son tus hijos, todos son hermanos, no importa cómo se llaman, apellidos no interesan. Pero TU has dicho, en lo humano la amistad, cuando un amigo necesita y aquél estará atareado, tendrá la comida en el fuego, estará para bañarse, el amigo lo necesitó qué importa cómo esté, deja la comida al fuego, no importa salir desnudo o con un solo zapato y haciendo equilibrio con el otro pie. No, eso es la amistad, porque después no sabes si tú también vas a precisar y quieres la misma respuesta.

Así va a ser, almas mías,
como en ese día maravilloso,
como en esos sueños.

Pero no terminaste, mi Señor, el mensaje que había presentado también la bendita Susana.

No te inquietes, dice EL, que todo será respondido,
pero lo que está dentro, el ángel que está en cada cuerpo,
conoce cada momento y cada suspiro.
YO no pruebo a mis hijos, porque conozco la reacción,
cómo van a decir que los estoy probando, no,
estoy con mis hijos y tampoco compartiendo,
porque si querían llevar, como han dicho muchas veces,
montañas de calvarios, cómo lo iba a permitir,
si sabía que una partícula, no una roca,
pequeñita piedrecita tanto iba a ser pesada,
el calvario de cada uno lo llevo YO,
de lo contrario no sería un Padre,
sería solamente un Dios cruel,
¡arréglate como puedas!
No, soy Dios, soy Padre, soy Amor,
y entonces en este tiempo, injusticias ya nunca más.
Alegría, justicia divina, y ya saben cómo es,
La justicia divina es amar al que te ama,
pero amar al que no te ama también.
Besar la mano que te acaricia,
pero a la que te abofetea bésala también.
Esa es la Justicia Divina, y así, almas mías se hará,
el abrazo entre todos, para todos, y por todos y hacia todos,
porque abrazarán también aquello que representa a una hiena,
a un tigre, a un león, que parece que despedaza,
pero abrazarán, y lo mismo a la anaconda,
la abrazarán tiernamente y la pueden besar
que la anaconda no devorará jamás.
Amén


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